“No
existe otra alternativa que bailar con la música que difunden quienes manipulan
un equipo de audio y escuchar las barbaridades que dicen”
Por: Alfredo Ballesteros Alfonso (malfonso@medired.scu.sld.cu)
“Manos pa´rriba, e´to ta bueno. Hoy es
pa´ gozar. Poncha, poncha el reguetón pa´que la gente baile… Asesina” Dice
el “animador” ¿Por Rihanna ó por La
Faraona?” pregunta el hablante que se burla de los que actúan
abiertamente en el espacio brindado.
La
diversidad sexual hoy en Cuba se respeta, pero deben evitarse espacios donde
homosexuales y travestis se conviertan en el hazme reír de todos por el actuar
irresponsable de algunos.
“¿Quieren reguetón? pue´ tomen reguetón”
pregunta y se responde “el animador” como diciendo, “-el equipo es mío y pongo lo que yo quiera”. No existe otra
alternativa que bailar con la música que difunden quienes manipulan un equipo
de audio y escuchar las barbaridades que dicen.
Caminando,
observo como calles, plazas y sitios recreativos son inundados por propuestas artísticas carentes
de calidad. Una música que no complace a todos complementa la agresión al oído
cuando “el animador” exhibe su bajo nivel cultural con errores en la dicción y
mensajes vulgares. Hoy cualquiera habla por micrófonos ¿Por qué? ¿Es más fácil hacer
oídos sordos?
¿Hasta
cuándo vamos a encontrar estas realidades en una sociedad que se esfuerza por
rescatar los valores? Acciones así entronizan el mal gusto y la chabacanería
que tenemos que arrancar de nuestras calles.