lunes, 6 de agosto de 2012

Héroes anónimos del quirófano

"Sería gratificante escuchar a nuestros pacientes preguntar, ¿Qué cirujano me va a operar?, y también ¿Qué anestesiólogo va a cuidar de mi vida?"


Por Alfredo Rafael Ballesteros Alfonso (ballestero@rprogreso.icrt.cu)


Nuestro blog conversó con la doctora María Eugenia Alfonso López, especialista de primer grado en Anestesiología y Reanimación. Diplomada en Cuidados Intensivos y Emergencia Médica, para conocer sobre el quehacer diario del anestesiólogo en un salón de operaciones.
Con su andar diario recorre las calles de Contramaestre, donde vive, y los pasillos del hospital Orlando Pantoja Tamayo. Su amplio caminar la llevó hasta Bolivia, país en el cual cumplió misión Internacionalista.  

Alfredo Ballesteros Alfonso (ABA): ¿Porqué su elección por la especialidad de Anestesiología y Reanimación?

María Eugenia Alfonso López (MEAL): Desde inicio de mi carrera como médico me incliné por la especialidad de Ortopedia y Traumatología. Ya en el sexto año cursando el internado, un profesor muy querido que ya no está físicamente, el Dr. Luis Enríquez Vergés, siempre asoció la Anestesiología conmigo, me decía que era una especialidad fina, delicada y complicada a la vez, que mi persona tenía mucho que ver con ella. De ahí surgió mi interés y mi vocación.

ABA: Alguna anécdota en sus años de especialista, que pudiera compartir.

MEAL: Recuerdo ahora mismo una que cuento a menudo por lo inusual que es. Terminando la especialidad en el año 1991 en el Hospital Ambrosio Grillo, nos anuncia el cirujano una colecistitis aguda en una paciente de unos 48 años de edad, sana aparentemente, pues no refería padecer ninguna enfermedad. Sus exámenes complementarios y signos vitales dentro de la normalidad. Era domingo al mediodía y su inconveniente “no deseaba operarse” porque era el día de su cumpleaños, tal vez algo de superstición, pero en ese momento se imponía la cirugía. Le explicamos el proceder y los riegos por ser una intervención de urgencia, pero también le brindamos la confianza necesaria para que fuera lo más tranquila posible al quirófano. Se procede a la intervención, todo transcurría normal cuando comienzan a alterarse sus signos vitales, aparece una depresión cardiovascular marcada y de ahí el paro cardíaco. A pesar de la reanimación inmediata el corazón no respondía haciéndose necesario abrir el tórax y aplicar masaje cardíaco directo. Alrededor de los veinte ó treinta minutos comenzó a latir su corazón nuevamente, se estabilizaron sus funciones vitales, continuamos con la cirugía que había sido detenida, terminando minutos después. Al día siguiente en la sala de Cuidados Especiales,  hoy, Terapia Intensiva se recuperaba satisfactoriamente. Algo curioso, a partir de ese día celebra doble su cumpleaños.

ABA: ¿El mejor y el peor momento de anestesiólogo(a) durante una cirugía?

MEAL: Hay momentos desagradables dentro del quirófano en los cuales el anestesiólogo debe actuar inmediatamente para preservar la vida del paciente: Desde una reacción anafiláctica a cualquiera de los anestésicos administrados o una depresión cardiorespiratoria que puede llevar al paro cardíaco y deceso del paciente. Estas complicaciones pueden aparecer por el proceder anestésico o por el carácter de la intervención quirúrgica. Ahora, cuando a pesar de todas las medidas de reanimación aplicadas el organismo no responde se tiene que lamentar la pérdida de una vida, es doloroso y te marca muy fuerte. Gracias que es poco frecuente.

El mejor momento, cuando ves terminado un acto anestésico quirúrgico satisfactoriamente y puedes devolver luego de su recuperación, el paciente a sus familiares con una sonrisa de agradecimiento.

ABA: ¿Porqué los anestesiólogos son conocidos como héroes anónimos del quirófano?

MEAL: Es el especialista que lleva el papel principal, aquel que realiza una serie de acciones médicas antes, durante y después de terminado un acto anestésico quirúrgico con el fin de mantenerle la vida a cada paciente , es el que desde su posición “siempre a la cabeza del enfermo” guía la cirugía, está pendiente de cada paso de ella y vela celosamente las funciones vitales: la respiración, ritmo cardíaco, la tensión arterial, la diuresis, las pérdidas sanguíneas que va teniendo el paciente de acuerdo al carácter de su intervención quirúrgica. El cirujano se concentra en la corrección de las anormalidades anatómicas y el anestesiólogo se dedica a cuidar las funciones fisiológicas, es decir, la vida del paciente. A pesar del desarrollo de la especialidad y siendo el líder del quirófano nuestro trabajo es poco reconocido.

Sería gratificante escuchar, además, cuando nuestros pacientes preguntan, ¿Qué cirujano me va a operar?, ¿Qué anestesiólogo va a cuidar de mi vida?

ABA: El agradecimiento para la doctora María Eugenia Alfonso López, por esta entrevista concedida para Caminante Cubano.         

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Arnoldo: Excelente entrevista. Felicidades a esa profesional anónima de la medicina aquí en Contramaestre

malfonso@medired.scu.sld.cu dijo...

Alfredito. Agradecido Arnoldo por tu comentario. Honor a quien honor merece.