miércoles, 23 de julio de 2014

Persiste la Chabacanería



   
 

 
“No existe otra alternativa que bailar con la música que difunden quienes manipulan un equipo de audio y escuchar las barbaridades que dicen”


Por: Alfredo Ballesteros Alfonso (malfonso@medired.scu.sld.cu) 


“Manos pa´rriba, e´to ta bueno. Hoy es pa´ gozar. Poncha, poncha el reguetón pa´que la gente baile… Asesina” Dice el “animador” ¿Por Rihanna ó por La Faraona?” pregunta el hablante que se burla de los que actúan abiertamente en el espacio brindado.


La diversidad sexual hoy en Cuba se respeta, pero deben evitarse espacios donde homosexuales y travestis se conviertan en el hazme reír de todos por el actuar irresponsable de algunos. 


“¿Quieren reguetón? pue´ tomen reguetón” pregunta y se responde “el animador” como diciendo, “-el equipo es mío y pongo lo que yo quiera”. No existe otra alternativa que bailar con la música que difunden quienes manipulan un equipo de audio y escuchar las barbaridades que dicen.  


Caminando, observo como calles, plazas y sitios recreativos son inundados por propuestas artísticas carentes de calidad. Una música que no complace a todos complementa la agresión al oído cuando “el animador” exhibe su bajo nivel cultural con errores en la dicción y mensajes vulgares. Hoy cualquiera habla por micrófonos ¿Por qué? ¿Es más fácil hacer oídos sordos?   


¿Hasta cuándo vamos a encontrar estas realidades en una sociedad que se esfuerza por rescatar los valores? Acciones así entronizan el mal gusto y la chabacanería que tenemos que arrancar de nuestras calles.  

1 comentario:

Hector Suarez Planas dijo...

Saludos, hermano.

Hoy entré a FB (por desgracia) y me tropecé con tu artículo.

Realmente ese problema mientras no lo tememos como debe ser (familia, CDR, autoridades competentes, etc.) seguirá por mucho tiempo. Actualmente existe un total irrespeto a las leyes y los espacios personales de cada cual (a lo que llamamos la convivencia colectiva en sociedad) que provocan todas estas cosas.

Lejos de formar valores, lo que estamos haciendo es todo lo contrario, lo cual nos lleva a las siguientes preguntas: ¿Realmente estamos haciendo las cosas bien? ¿No se han dado cuenta [los que tienes que actuar en ese sentido] que esta deformación en la juventud pone en riesgo todo lo que se ha hecho en estos años de Revolución? ¿Acaso hay que esperar que pase algún incedente penoso, que puede poner en entredicho la moral de nuestra Revolución, para que se tomen las medidas correspondientes?

Porque me preocupa seriamente el mundo que le vamos a dejar a nuestros hijos y nietos. :-(